Casting para Emmeline Vance

Emmeline D. Vance

✘ NOMBRE DEL PERSONAJE POR EL QUE OPTAS.
Emmeline Vance.

✘ RAZONES POR LAS CUALES DESEAS TOMAR AL PERSONAJE.
Me parece un personaje bastante interesante y complejo de interpretar. Tiene una personalidad bastante contradictoria, y para mí es como una especie de reto..

✘ TIEMPO QUE LE DEDICARÍAS AL PERSONAJE, DENTRO DEL ROL.
Puedo conectarme frecuentemente, todos los días, por lo menos media hora..

✘ ARGUMENTO DEL CASTING.
Encuentro inesperado en el Callejón Diagon con Rodolphus Lestrange..

✘ CASTING.
Se respiraba un agradable ambiente estudiantil por cada rincón de aquel amplio lugar. Las clases estaban por comenzar, y los alumnos se apresuraban a comprar el material que requerían para asistir a Hogwarts.

Paseaba tranquilamente, disfrutando del simple hecho de observar a los demás realizar sus compras. Futuros alumnos de primero, con el rostro lleno de ilusión. Sin embargo, y a pesar de agradarme todo aquello, la expresión de mi rostro se mantenía neutra, fría como el hielo. Ni una ligera sonrisa asomaba por mi rostro, pues no me apetecía hacerlo en aquél momento. Me paré un instante frente a la tienda del "Emporio de la Lechuza", observando detenidamente a todos aquellos pequeños animales enjaulados. Fruncí el ceño, cuando percibí que un alumno dentro de la tienda comenzaba a molestar a una de las lechuzas, dándole con un pequeño palo de manera entre las rejas.

Inspiré profundamente y continué mi camino, agitando el rostro. Me crucé de brazos, apretando fuerte contra mi pecho. Una fría brisa incidió contra mi nuca, recorriendo después mi columna. Me estremecí, comenzando a temblar. De pronto, me estampé contra algo mucho más grande y robusto que yo, haciendo que me detuviera, estando apunto de caerme. Ahogué un grito, y me llevé una mano al rostro, apartándome los mechones de pelo que se habían agitado violentamente y ahora caían sobre mi frente, impidiéndome ver aquello con lo que había chocado.

Contuve la respiración cuando lo descubrí, empezando a balbucear.

"Rodolphus Lestrange", murmuré en voz baja, casi sin vocalizar, para que él no averiguase que lo había mencionado. Su mirada se encontró con la mía. La expresión de su rostro era algo hostil, amenazante. Retrocedí un par de pasos, cohibida, pero a pesar de todo aquéllo, mi corazón latía con fuerza, amenazando con salírseme del pecho. Tragué saliva, manteniéndole la mirada durante unos instantes. Él, era él; realmente estaba ahí, delante de mí, a pesar de que me miraba como si yo fuese una bolsa de basura. Balbuceé algo inteligible, y después le aparté la mirada, agachando el rostro intimidada por su mirada penetrante y gélida, comenzando a caminar, alejándome de él, diciendo un leve "lo siento", lo suficientemente alto como para que él me escuchase, cuando pasé por su lado. Después me alejé de allí, sin mirar para atrás ni una sola vez.

Menuda suerte la mía.